La terapia emocional propone que las emociones humanas tienen un potencial adaptativo innato que, si esta activado puede ayudar a los pacientes a cambiar estados emocionales problemáticos o auto-experiencias no deseadas. Las emociones por si mismas no inhiben el proceso terapéutico, pero la incapacidad de las personas para gestionar las emociones y el como utilizarlas es lo que se percibe como el problema. Las emociones están conectadas a nuestras necesidades más esenciales, por lo tanto, el enfoque en las emociones es un factor común entre los diversos sistemas de psicoterapia. Los niños pueden padecer estrés, depresión, tristeza, ira, miedo, celos, angustia, enojo, etc. Esto se refleja en problemas de conducta, bajo rendimiento escolar, acoso escolar (bullying), entre otros.
La infancia es la etapa mas importante, en la que se ponen las bases para el resto de la vida, por ello, los problemas que se presenten en esta etapa y no se resuelvan tendrán consecuencias en el resto de la existencia.
El estrés escolar, un divorcio o problemas de los padres, la perdida de alguien, una mudanza, etc.
Los problemas pueden ser pasajeros e incluso son parte de la formación de la personalidad, de la estructura y el carácter del niño. Sin embargo, si no es posible para él superarlos, aun con la ayuda de los padres, es recomendable recurrir a un experto.
Si el niño presenta:
La infancia es la etapa en la que se ponen las bases para el resto de la vida.
Una intervención a tiempo puede hacer la diferencia