Cómo superar el fracaso escolar

El fracaso escolar (también conocido como fracaso académico) es el proceso en el que los estudiantes suspenden repetidamente sus calificaciones y, por lo tanto, se van desvinculando gradualmente de la educación obligatoria[¹][²][³]. Una de sus consecuencias es el abandono escolar[⁴].

Algunos motivos del fracaso escolar son:

• Que el niño padezca de algún trastorno del aprendizaje. Por ejemplo: discalculia, disgrafía, dislexia, entre otros.
• TDAH o trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
• Las habilidades intelectuales que el infante ha desarrollado hasta el momento.
• Los factores emocionales positivos y negativos influyen en el desempeño académico.
• La motivación, tanto interna cómo externa aporta un estímulo que se ve reflejado en temas escolares.
• Técnicas de estudio inadecuadas o distractores constantes en periodos de estudio.
• Cuando las capacidades del niño exceden las requeridas para realizar las actividades.

Para resolver con éxito los problemas escolares, es importante evaluar y determinar la causa de las dificultades de aprendizaje. De esta manera, podemos implementar el programa más adecuado para las necesidades del niño o del adolescente.

Para diagnosticar la causa, es esencial detectar y analizar los síntomas, lo que nos permite identificar el problema real.

El tratamiento del fracaso escolar es un proceso que puede involucrar varias estrategias y enfoques, dependiendo de las causas subyacentes del problema. Algunos aspectos y métodos comunes en el tratamiento del fracaso escolar son:

1. Evaluación y Diagnóstico:
   • Evaluaciones Psicológicas y Psicoeducativas: Para identificar problemas de aprendizaje, emocionales o comportamentales.
   • Diagnóstico de Trastornos Específicos: Detectar condiciones como el TDAH, dislexia, disgrafía, entre otros.
2. Intervención Educativa:
   • Programas de Apoyo Escolar: Clases de refuerzo, tutorías personalizadas y técnicas de estudio.
   • Adaptaciones Curriculares: Modificar el currículum escolar para adaptarlo a las necesidades del estudiante.
   • Uso de Tecnologías y Recursos Educativos: Aplicaciones, herramientas digitales y materiales adaptados.
3. Intervención Psicológica y Emocional:
   • Terapia Conductual y Cognitiva: Para tratar problemas emocionales o de conducta.
   • Desarrollo de Habilidades Sociales: Mejora de la comunicación y la interacción social para integrarse mejor en el entorno escolar.
4. Colaboración con la Familia:
   • Orientación y Apoyo a Padres: Proporcionar estrategias para apoyar mejor el aprendizaje y la motivación de sus hijos.
   • Implicación Familiar: Fomentar la participación activa de los padres en el proceso educativo.
5. Colaboración Escolar:
   • Trabajo en Equipo: Coordinación entre profesores, psicólogos, consejeros y otros profesionales educativos.
   • Entorno Escolar Incluyente: Crear un ambiente escolar que favorezca la inclusión y el apoyo constante al estudiante.
6. Prevención y Detección Temprana:
   • Identificación Temprana de Riesgos: Detección de signos de dificultades desde las primeras etapas educativas.
   • Acciones Preventivas: Programas de prevención que promuevan el éxito escolar desde el inicio.

El enfoque del tratamiento se personaliza según las necesidades y circunstancias específicas de cada niño o adolescente. La intervención temprana y un esfuerzo coordinado entre todos los actores involucrados suelen mejorar significativamente los resultados y ayudar a superar el fracaso escolar.

Referencias